Sistema endocrino: Caso clínico I

¡Buenas!

Este es nuestro primer caso clínico relacionado con el sistema endocrino. La dinámica que seguiremos será la misma o muy similar a los anteriores casos: Os presento el caso y los resultados del análisis y a partir de ellos llegaremos a un posible diagnóstico.

¿Estáis preparados?


PRESENTACIÓN DEL CASO:

Una mujer de 60 años acude al ambulatorio porque siente cansancio, intolerancia al frío y ha ganado peso. Indica que últimamente tiene dificultades para concentrarse, pero piensa que es cosa de la edad. En su familia le dicen que son "problemas del tiroides".

Examen físico:
  • Obesidad
  • Piel fría, fina y seca
  • No se aprecia ninguna anomalía al tocar el tiroides
  • ¿Cuál es el posible diagnóstico? Razona tu respuesta
  • ¿Qué otras pruebas harías para confirmar el diagnóstico?
  • ¿Cuál sería el tratamiento más adecuado?
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS:

Lo primero que tenemos que hacer es discriminar entre hipotiroidismo e hipertiroidismo. Como comenté en una de las anteriores entradas (Sistema endocrino (II)), el hipotiroidismo se caracterizaba por un déficit o una cantidad insuficiente de hormonas tiroideas, mientras que el hipertiroidismo era la situación contraria, es decir, un exceso de hormonas.

Si recordáis los casos clínicos anteriores, en los análisis se mostraban los resultados del paciente y a continuación el rango o límite normal de los parámetros que se medían, que se presentaban entre corchetes. Por tanto, vamos a fijarnos a ver qué podemos concluir de estos:
  • T4: El paciente muestra una cantidad de hormona de 15 nmol/L, que se encuentra claramente por debajo del rango normal [55-144].
  • TSH: El paciente tiene una cantidad de TSH de 25 mU/L, mientras que los valores normales oscilan entre 0,4-4, por lo que la hormona se encuentra claramente por encima.
En un primer momento puede parecer que las hormonas nos están indicando cosas contrarias, pero si nos fijamos veremos que no es así. Para conseguir descartar una de las dos patologías, tenemos que fijarnos exclusivamente en la hormona tiroidea, que es T4. Los valores de TSH nos permitirán deducir a qué nivel se encuentra el defecto, es decir, qué tipo de hipo-/hipertiroidismo es.

En base a esto, se ve claramente que nos encontramos ante un hipotiroidismo. Ahora tenemos que determinar de qué tipo.

Vamos a recordar los tipos de hipotiroidismo:
  • Primario: El defecto se encuentra en la glándula tiroides. Por tanto, si es un caso de hipotiroidismo, las hormonas tiroideas tendrán una cantidad insuficiente, como ya hemos comprobado. Así, al no haber suficientes hormonas, no pueden ejercer el feedback negativo sobre la hipófisis, que seguirá liberando TSH continuamente, por lo que se observarán valores elevados de la misma.
  • Secundario: Como ya comenté, en este caso el error está a nivel de la hipófisis, por lo que no se secretará la cantidad de TSH suficiente y, como consecuencia, tampoco de T4.
  • Terciario: El afectado en este caso es el hipotálamo por lo que, al no secretarse TRH, los valores de TSH y T4 serán más bajos de lo normal.
Teniendo esto en cuenta, podemos deducir que se trata de hipotiroidismo primario, ya que sus características coinciden con los resultados de nuestra paciente.

Para responder a la segunda pregunta es necesario conocer los dos tipos de hipotiroidismo primario: el tipo autoinmune, denominado tiroiditis de Hashimoto y el hipotiroidismo congénito. Este último es una variante rara que se da en 1/3500 recién nacidos, por lo que podemos descartarlo directamente, ya que esta mujer tiene 60 años y por lo que parece nunca había sufrido este tipo de problema.

Por tanto, nos queda la tiroiditis de Hashimoto, que es una enfermedad autoinmune, por lo que el organismo "fabrica" anticuerpos contra la glándula tiroidea, de manera que esta no es capaz de sintetizar la cantidad de hormonas necesaria para un funcionamiento normal del organismo. Así, la prueba más recomendable para corroborar esta hipótesis es una prueba de anticuerpos, en la que se analizarán concretamente los anticuerpos antitiroglobulina (AcTg), antitiroperoxidasa (AcTPO) y antirreceptor de TSH.

Ya solo nos queda la última pregunta: ¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

Sabemos que es un hipotiroidismo primario, por lo que el hipotálamo y la hipófisis trabajan adecuadamente, las hormonas TRH y TSH se secretan como deberían. Por ello la mejor opción es un tratamiento a base de hormonas tiroideas para compensar esa falta de las mismas. A su vez, también mejorará la acumulación de TSH que hemos observado en los resultados, porque al haber una cantidad adecuada de T3 y T4, se dará el feedback negativo sobre la hipófisis y esta dejará de sintetizar TSH.


¡Esto ha sido todo!

Llevábamos bastante tiempo sin resolver un caso clínico, espero que no se os hubiera olvidado la dinámica 😜😜.

Si tenéis alguna duda no dudéis en dejarme un comentario, espero haberme explicado lo mejor posible y que os haya quedado todo claro.

¡Gracias, hasta la próxima!


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